"Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel" 1 Corintios 4:1-2.

En lo últimos días han comenzado a llegar a nuestro campus hombres de distintas partes del mundo los cuales buscan comenzar una educación que les capacite para una vida de ministerio fiel al Señor. Durante las semanas venideras esperamos que lleguen más y más hombres y familias a Los Ángeles, California en busca de lo mismo.  No hay mayor llamado ni mayor privilegio que ser comisionado por el Señor Jesucristo como siervo y mayordomo de la PalabraEstos son hombres que han respondido al llamado y se les ha sido otorgado el privilegio de estudiar en The Master's Seminary. Ellos vienen sabiendo que el ser entrenados por profesores sabios, dedicados y sabios es una gran bendición y una inmensa responsabilidad. No hay mayor llamado ni mayor privilegio que ser comisionado por el Señor Jesucristo como siervo y mayordomo de la Palabra.

Debemos recordar que tal llamado requiere de una cualidad esencial: fidelidad. Aquellos que son asignados con la administración de la verdad deben de demostrar que pueden ser confiados con una tarea de esta magnitud. Dios está buscando ministros que no se dejen llevar por la popularidad y resultados, hombres que no den lugar a la inteligencia humana ni a la novedad o vientos de doctrina nuevos. Un verdadero ministro del Señor es alguien da su vida por la gloria de Cristo y busca dejar un legado de fidelidad a la siguiente generación.

Durante tu tiempo en el seminario te verás frente a una inmensa ola de proyectos que entregar y tareas que escribir. Y será fácil descuidar la fidelidad por la excelencia académica, o lo que realmente tiene valor eterno por reconocimiento temporal. Así que, quisiera darte seis cosas que recordar durante tu tiempo en The Master's Seminary:

  1. No descuides tu vida espiritual ni santidad personal. No tomes con ligereza lo que aprendes en el salón de clases, ni tu propia vida espiritual como algo secundario. Las características de un hombre de Dios vistas en 1 Timoteo 3 y Tito 2 deben ser visibles en tu vida aun durante tu tiempo en el seminario. Recuerda que no eres "Superman" y que necesitas a Dios tanto como aquellas personas que planeas enseñar alguna día. Durante tu tiempo en TMS no olvides de asistir a los talleres de disimulado, a las reuniones de oración dos veces a la semana ni a las capillas semanales.
  2. Dale su lugar a tu familia. Sabemos que durante los próximos años tendrás muchas cosas que hacer, proyectos que entregar y tareas que completar; no te preocupes, te entendemos perfectamente. Pero en medio del rigor académico no olvides que una de las características fundamentales de un pastor fiel es que vigila y guía a su familia (1 Timoteo 3). Dedícale tiempo a tu esposa, pasa tiempo con tus hijos, busca su crecimiento espiritual y dales la importancia que necesitan. Recuerda que puedes recibir una pésima calificación y hasta repetir una materia, pero nunca puedes descuidar a tu familia con tal de sobresalir en tu educación.
  3. Busca servir en la iglesia local. Hebreos 10:24-25 nos recuerda: “Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca.” Uno de los errores más grandes que puedes cometer durante tu tiempo en el seminario es el no involucrarte en una iglesia. Busca un ministerio que puedas ejercer y ayuda a que tu familia también encuentre un lugar en donde ministrar. Ya sea que asistan a la iglesia Grace Community Church o alguna otra iglesia, busca invertir tiempo y esfuerzo en las personas de tu congregación. Recuerda, el seminario simplemente te dará las herramientas que necesitarás durante tu ministerio futuro, pero es la iglesia la cual te calificará como un hombre digno de enseñar y dirigir la iglesia.
  4.  Dedica tiempo para crear amistades estrechas con tus compañeros de clase. Compañerismo entre estudiantes es vital para tu éxito. Una de las cosas que los graduados lamentan con mayor frecuencia es el no haber invertido más tiempo con otros compañeros de clase. No importa cuan ocupado estés, busca conocer a los demás hombres en el seminario. No sólo será una bendición para ti, pero tu esposa e hijos también serán bendecidos grandemente al convivir con otras personas de distintas partes del mundo. Durante tu tiempo aquí invita a personas a comer a tu casa, asiste a los eventos organizados por el seminario (picnic, banquete, capilla navideña, campamento) y busca ir a eventos con otras familias del seminario.
  5.  No olvides el evangelismo ni las misiones. El propósito en conocer más acerca de la Palabra de Dios al final de cuentas debería ser para evangelizar a los perdidos y para vivir de una manera digna del evangelio. Es incorrecto que un hombre venga al seminario simplemente para elevar su conocimiento, sin un deseo de llamar al pecador al arrepentimiento, pues Dios nos ha dado la misión de predicar el evangelio. Durante tu tiempo en el seminario ora por los perdidos (algo que podrías hacer con tu familia), ve a viajes cortos de misiones y a evangelizar en las calles o con un ministerio en tu iglesia y lee biografías de misioneros.
  6. Ven, estudia y termina. Finalmente, recuerda que estarás aquí con el fin de dedicar tu vida a la obra del ministerio, y que para lograr eso estarás mejor equipado si terminas tus estudios. No quiero decir con eso que debes acabar tus estudios lo más rápido posible, pero sí estoy diciendo que busques terminar. Por lo tanto, dedica el tiempo necesario para terminar tus proyectos y las horas suficientes para acabar con los libros y tareas que te asignó el profesor.

Hermanos, les pido que estemos orando por las vidas de los profesores, el staff del seminario y los estudiantes, para que tengamos todos un deseo ferviente de servir al Señor este año que comienza (2 Corintios 5:9). Oren que llevemos acabo toda labor con diligencia al buscar ser mayordomos fieles de la Palabra de Dios, "porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá" (Lucas 12:48). Y que al final de toda nuestra labor podamos escuchar decir departe de nuestro Señor: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor" (Mateo 25:21).

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José Soria, originario de El Paso, Texas, cursó una Maestría en Divinidades (M.Div.) en The Master's Seminary, donde fue electo presidente del cuerpo estudiantil 2015-2016. José junto con su esposa Norma y tres hijas, planean regresar a la ciudad fronteriza de El Paso para servir como pastor en una iglesia local.