Al inicio de mi carrera en el ministerio pastoral, me encontré discipulando a cinco jóvenes que estaban ansiosos por aprender más sobre la predicación. Aprendí algunas lecciones valiosas que espero te ayuden a aprovechar al máximo tu tiempo en la preparación de sermones.

Nos encontramos temprano los martes por la mañana. Al principio, esto significó más trabajo para mí. Usualmente tomaba los lunes para pasar tiempo con la familia (y curar mis heridas del domingo). Esto significaba que los martes me levantaba temprano para preparar lo que iba a enseñar.

UNA IDEA ACCIDENTAL

Un martes llegué tarde a la oficina de la iglesia, renunciando a mi tiempo habitual de preparación. Entonces, le pregunté al grupo si querían aprender cómo hacer un diagrama de bloque de un pasaje de las Escrituras. Estuvieron de acuerdo, así que saqué una pizarra. Empecé a diagramar, en inglés, el pasaje que planeaba predicar el domingo. En poco tiempo, teníamos un bosquejo del sermón que planeaba predicar.

El propósito de la diagramación de bloque es familiarizarse con cada palabra en un pasaje y tener una idea de su estructura. Encontramos que el ejercicio fue muy útil, comenzamos a diagramar en bloque en la mayoría de nuestras reuniones de martes por la mañana. Cada semana revisábamos el sermón de la semana anterior y comenzábamos a trabajar en un esquema para el mensaje del próximo domingo.

Mientras trabajábamos juntos, descubrí que me estaba beneficiando tanto como ellos, si no más. Cuando señalaba una cláusula y su posición dentro del texto (ya sea una cláusula principal o una cláusula subordinada), los hombres hacían preguntas sobre el pasaje y muchas de las cosas que mencionaron es muy probable que yo no las hubiera tenido en cuenta.

DOS PAJAROS, DE UN SOLO TIRO

Fue mucho lo que se logró en esas reuniones del martes por la mañana. Primero, discutíamos la Palabra de Dios junto con todas sus implicaciones, lo que permitía un tiempo fructífero de discipulado. En mi beneficio, requirió un mínimo trabajo de preparación para estos “discipulados”. Segundo, el grupo aprendió algunos conceptos básicos de la preparación del sermón. Además, yo obtuve una mayor curiosidad por el pasaje, lo que conducía mi estudio exegético personal el resto de la semana: sus preguntas me llevaron a ser más curioso sobre el significado del texto. Finalmente, estaba empezando mi sermón, pero ya había avanzado bastante. Era como matar dos pájaros de un solo tiro.

EQUILIBRANDO MI HORARIO

En otras épocas, para él martes en la mañana ni siquiera estaba cerca de comenzar mi preparación del sermón del domingo. Los martes a menudo se llenaban con trabajo administrativo en la oficina de la iglesia. También enseñaba los miércoles en la noche, por lo que mis miércoles fueron consumidos en la preparación de ese mensaje. Muy a menudo no comenzaba a trabajar en mi sermón del domingo hasta el jueves en la mañana. Esto sin mencionar el sermón de la tarde del domingo que también necesitaba preparar.

Entonces, si surgía algo más como consejería, una conferencia o una visita al hospital, me costaba mucho dedicarle el tiempo que necesitaba para mis sermones dominicales. Los sábados se habían convertido en el momento de ponerme al día, y eran realmente era sábados agotadores.

Debo reconocer que cuando comencé a discipular a los hombres los martes por la mañana, todavía había algunos sábados agotadores. Pero, en general, mis semanas fueron mucho más equilibradas. Y no solo eso, sino que creo que mi predicación mejoró como resultado de tratar de enseñar a otros hombres a predicar.

UNA PALABRA DE PRECAUCIÓN

Hay algunos profesores homiléticos que desalentarían la idea de desarrollar un bosquejo del texto en inglés (en español en nuestro caso) antes de hacer un trabajo exegético serio en los idiomas originales. Y acepto que el proceso podría ser peligroso. A veces, la estructura del texto en nuestras traducciones se lee de forma diferente a la estructura del texto griego o hebreo.

Por ejemplo, en Mateo 28:19, la palabra "id" en español parece ser un verbo. Uno entonces podría usar los verbos "id" y "haced discípulos" como los dos puntos principales del sermón si solo diagramara el pasaje desde el español. Sin embargo, en griego, queda claro que el único verbo en Mateo 28:19 es "μαθητεύσατε" que significa "haced discípulos". El énfasis del pasaje no es "ir". De hecho, la palabra "ir" en Mateo 28:19 es en realidad un participio pasivo y podría traducirse "a medida que avanzas". Jesús no estaba ordenando a sus discípulos que "se fueran", sino que les ordenaba que "hicieran discípulos" a medida que avanzaban. Además, los otros participios que describen cómo debían hacer discípulos son "bautizar" y "enseñar".

Por lo tanto, el peligro de trabajar solo con el texto en español es que fácilmente podría encontrarse especializándose en puntos menores que el texto no está enfatizando. Pero si se tiene en cuenta que la diagramación en español es solo un trabajo preliminar en la preparación del sermón, creo que si puede ser una parte extremadamente beneficiosa de la preparación del predicador.

Después de escuchar el sermón del domingo, los hombres de nuestro grupo a menudo preguntaban por qué mi esquema cambió de lo que presentamos el martes. Eso me dio una gran oportunidad para hablar a ellos acerca de mi profundización en el estudio exegético. A menudo destacamos las debilidades que tuvimos al inicio en nuestra pizarra original y cómo llegue al sermón final.

NO TENGAS MIEDO DE MODELAR TU PREPARACIÓN DE SERMÓN

Algunos años después, me pidieron que diera un curso de homilética en una universidad bíblica local. La clase, de alrededor de treinta hombres, se reunía los martes y jueves. A menudo continué mi tradición de "trabajo de pizarra" diagramando en bloques el pasaje. Si no temes ser vulnerable y modelar tu proceso con otros, esto puede ayudarte a aprovechar al máximo tu tiempo en la preparación del sermón. Los beneficios para usted y para quienes está discipulando serán grandiosos.

Un recurso que encontré útil para enseñar sobre diagramas de bloques es el Expository Studying, un libro electrónico gratuito de Joel James (en inglés). Hay un capítulo sobre hermenéutica, pero él usá el resto del libro discutiendo gramática, cláusulas, frases, diagramas de bloques, cómo delinear y desarrollar una declaración proposicional. También hay ejercicios de práctica.