Mi padre me dijo mientras que escurría el sudor por mi frente: "Agacha tu cabeza, concentrate en el camino delante de ti. No mires a la derecha ni a la izquierda. Tomate tu tiempo. No busques terminar rápido. Busca terminar bien."

Así es como mi padre me enseñó a cortar el césped. Sus consejos son relevantes para el pastorado, especialmente para mantenerse fiel durante muchos años. Hoy en día es raro que un pastor se quede en una iglesia por mucho tiempo, mucho menos que permanezca en un sólo lugar hasta que su ministerio termine.

La mitad de los ministros que comienzan su pastorado no sobrevivirán más de cinco años. Se auto-destruirán o los echarán antes de que la tinta en su diploma del seminario se seque. También he escuchado que el tiempo promedio que un pastor dura en una misma iglesia es menos de tres años. Si esta estadística refleja la realidad, entonces el tiempo del pastorado promedio en una iglesia es demasiado breve.

Existen numerosas cuestiones que contribuyen a un pastorado de corto plazo. Algunos pastores vuelan de iglesia en iglesia y nunca se quedan en un sólo lugar por mucho tiempo. Son como las aves migratorias: cambian de ubicación conforme cambian las estaciones del año. Estos pastores tienden a tratar el ministerio como un carrera de velocidad y no como el maratón que es. Por otro lado, también hay iglesias que les encanta estar cambiando de pastores y los intercambian cada par de años. Adicionalmente, algunas denominaciones frecuentemente mueven a sus ministros de lugar en lugar, práctica que dificulta el problema.

No te rindas. Se paciente, amable y fiel a la Palabra

Pastor, en lo que dependa de ti, quédate en tu iglesia durante mucho tiempo. No te rindas. Se paciente, amable y fiel a la Palabra. De ser posible, quédate en tu iglesia hasta que el Señor te lleve a estar con él en gloria.

Creo que los siguientes puntos se logran mejor cuando el pastor está comprometido a permanecer en la misma congregación durante un periodo largo:

  1. Predica a través de libros enteros de la Biblia (Hechos 20:27; 2 Timoteo 4:1-5). Hoy en día hay una falta de exposición fiel. Predicar la Palabra requiere de un compromiso inquebrantable para explicar el significado del texto original y su aplicación a la iglesia. La predicación expositiva y de forma consecutiva a través de libros de la Biblia lleva tiempo, y predicar "todo el consejo de Dios" simplemente no se puede llevar acabo cuando el pastor se queda solamente por unos pocos años.
  2. Entrena a la siguiente generación de líderes (2 Timoteo 2:2). Es responsabilidad de la iglesia el reconocer y formar a la siguiente generación de líderes. A pesar de que una educación de seminario tiene un valor incalculable, la tal debe ser vista como un complemento y no un sustituto a la formación de líderes dentro de la iglesia local. Le corresponde a los pastores y a los ancianos el tener una visión a largo plazo para cultivar a los futuros líderes en medio de su propia congregación. Los pastores tienen la responsabilidad de formar a los hombres de su iglesia para el ministerio y equiparles en el ministerio mientras que afirma su carácter y capacidades.
  3. Pastorea el rebaño (Hechos 20:28; 2 Corintios 12:15; 1 Pedro 5; 1 Tesalonicenses 5:14; Gálatas 6). El pastoreado fiel requiere un compromiso prolongado para alentar al quebrantado, fortalecer al débil y restaurar al perdido. Una tenencia duradera le ayudará a desarrollar la confianza entre sus ovejas. Después de todo, los pastores no están por encima de las ovejas, sino que son parte del rebaño. Los pastores que se quedan con sus ovejas lo suficiente largo para llegar a sufrir y alegrarse con ellas cosecharán el fruto de sus esfuerzos duraderos.
  4. Modela una vida familiar ejemplar (1 Timoteo 3:4-5). Parte del ministerio es ser un modelo a seguir, y la familia de un pastor fiel debe ser un ejemplo de sumisión a Cristo y su Palabra. Con esto en mente, debes guiar a tu esposa e hijos a que amen el rebaño como alguien que está profundamente comprometido con la iglesia, no como un asalariado que simplemente espera que el tiempo pase. Un compromiso permanente también es una bendición para tu esposa e hijos, ya que echarán raíces en el ministerio en un solo lugar sin tener que empezar de nuevo cada cuantos años.
  5. Protege el rebaño de falsas enseñanzas (Hechos 20:28; 1 Tim 1:13; 2 Timoteo 4:3-4; Tito 1:9). Los pastores están llamados a ser guardianes del rebaño al alimentarles la sana doctrina y mantenerles lejos de errores y tendencias peligrosas. El estar en una sola iglesia durante un largo periodo de tiempo permite que el pastor pueda desarrollar la confianza necesaria para guiar de manera efectiva y proteger a su pueblo. Con el tiempo podrá ser capaz de establecer una trayectoria equilibrada entre exhortar a los fieles y refutar la enseñanza dañina. Por otra parte, su proclamación consistente y amorosa de la Escritura a través de los años proporciona una fuente de enseñanza la cual ayudará a proteger a la gente de la mala doctrina y los falsos maestros.
  6. Desarrolla un patrón de fidelidad (Hechos 20:19; 1 Corintios 4:16; 11: 1; Filipenses 3:17; 1 Pedro 5: 6). Un pastor debe ser caracterizado por su fidelidad. Los hábitos de aquellos que están en el liderazgo espiritual establecen el patrón que la gente en la iglesia seguirá (Lucas 6:40). Al permanecer en un mismo lugar durante mucho tiempo permitirás que la congregación puede observarte e imitar los patrones bíblicos de tu ministerio (Filipenses 3:17). Por supuesto que eso no significa que tienes que ser perfecto, brillante o famoso. Simplemente significa que debes ser fiel.

¿Cuánto tiempo?

¿Cuánto tiempo debes quedarte en tu iglesia? No estoy sugiriendo que todo el mundo sea como Labán Ainsworth, que pastoreó la misma iglesia durante 76 años. Pero sí te sugiero a ti, querido pastor: quédate el tiempo suficiente para poder decir como Pablo: "y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros" (Hechos 20:20).

¿Cuántos de nosotros podríamos decir que hemos dado todo a nuestra iglesia durante sólo unos pocos años? Yo he estado con mi congregación durante 13 años y en cierto modo me siento como si sólo estuviéramos empezando. Hay muchos más sermones que predicar, ovejas que guiar  y líderes que entrenar. Por lo que sigo el consejo de mi padre: "Agacha tu cabeza, concentrate en el camino delante de ti. … No busques terminar rápido. Busca terminar bien."

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Paul Lamey ha servido desde 2002 como pastor para el desarrollo de liderazgo y predicación en la iglesia de Grace Community Church en Huntsville, Alabama. Graduado de The Master’s Seminary con una maestría (M.Div.) y un doctorado (D. Min), Paul vive a lado de su esposa, Julie, y sus cuatro hijos.

Publicado originalmente en ingles aquí.