Clasificar primera y segunda de Timoteo y Tito como "Las Epístolas Pastorales" puede resultar tan contraproducente como la frase "ministerio de tiempo completo". Cuando se utiliza el título: "ministro de tiempo completo", para identificar a los pastores que son pagados por la iglesia, se puede llegar a socavar el llamado que todas las personas tienen para llevar a cabo la obra del ministerio (Efesios 4:12). Así que, clasificar estas epístolas como "pastorales", le puede hacer pensar a algunos, que tales cartas son sólo para los pastores o líderes de iglesias (Deuteronomio 32:46-47; 1 Pedro 2:1-3; 2 Pedro 1:19-21).

Al referirse a las “Epístolas Pastorales”, en su clasificación un tanto arbitraria y debatida, podemos llegar a asustar a nuestra congregación, aún antes de empezar a predicarlas. El peligro es crear la impresión de que estas tres cartas del Nuevo Testamento (1 y 2 Timoteo y Tito) fueron escritas exclusivamente para los líderes de la iglesia.

Querido pastor, sé que usted no cree esto. Sin embargo, en nuestra mente de seminaristas estudiosos, automáticamente pensamos así. De manera inadvertida podríamos estarle robando a nuestro pueblo, la rica experiencia de ver todo lo que estas cartas contienen para su audiencia original: la iglesia.

George W. Knight III, al comentar sobre 1 Timoteo, escribe: “La carta, en su totalidad, revela evidencias de que estaba destinada a la iglesia y no sólo a Timoteo. Pero, debido a las deserciones en el liderazgo, Pablo escribe a la iglesia a través de Timoteo y no directamente a la iglesia, como lo había hecho antes”. En otras palabras, las Epístolas Pastorales no son sólo para ser leídas por los pastores en la soledad de sus estudios. Éstas deben ser proclamadas desde el púlpito.

Cuando los pastores predican las Epístolas Pastorales a sus congregaciones, el pueblo de Dios presta atención a la instrucción de la función de la Escritura en la vida del creyente, "útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia" (2 Timoteo 3:16). En ellas se hayan algunas de las más extensas enseñanzas sobre el contentamiento y las finanzas personales en toda la Biblia (1 Timoteo 6: 6-10). Además, presentan uno de los retratos más claros de cómo la gracia instruye a los creyentes a negar la impiedad y dirige su mirada hacia la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de su gran Salvador Jesucristo (Tito 2: 11-15). Estos pasajes deben ser proclamados a todo cristiano. Calvino, al comentar 1 de Timoteo, fue tan lejos como para decir: “Esta epístola me parece que se ha escrito más por el bien de los demás que por el bien de Timoteo, y esa opinión recibirá el acuerdo de los que han de considerar cuidadosamente todo el asunto”.

Si ese es el caso, ¿qué hay de los pasajes que parecen contener la instrucción que es exclusivamente para los pastores? ¿Cada miembro de la iglesia debe predicar la Palabra, avivar el don de Dios en ellos, y entregar a personas a Satanás como lo hicieron Pablo, Himeneo y Alejandro? Al no ver algún valor para la congregación en textos como estos, algunos pastores han rehuido predicar las Pastorales en su totalidad. Pero, incluso en textos que son, ante todo, para el pastor, hay una instrucción valiosa para el miembro de la iglesia todos los días. Aquí están algunos ejemplos:

1 Timoteo 3:1-7

Palabra fiel es ésta: Si alguno aspira al cargo de obispo, buena obra desea hacer. Un obispo debe ser…

Todo pastor debe estar familiarizado con esta lista de requisitos. Pero, ¿cómo puede el hombre común de iglesia, sentado en las bancas, beneficiarse de ello? La predicación sobre los requisitos de los ancianos, permite que el pastor y sus ancianos sean expuestos a un escrutinio saludable por su congregación. Al mismo tiempo, agudiza el discernimiento bíblico de los miembros.

La congregación debe saber cómo mantener a sus ancianos rindiendo cuentas. Si la junta de ancianos le pide a un anciano, que ha sido descalificado, que renuncie, la iglesia estará más equipada para manejar tal decisión. Entonces, será menos probable que una división ocurra. Además, esta lista es aplicable para todos los hombres y mujeres que desean ser piadosos. Por esto, el pastor debe predicar esta parte como características específicas que las personas deben perseguir.

2 Timoteo 4: 1-4 y Tito 3:1-2

“Te encargo solemnemente, en la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, por su manifestación y por su reino: Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción”.
“Recuérdales que estén sujetos a los gobernantes, a las autoridades; que sean obedientes, que estén preparados para toda buena obra; que no injurien a nadie, que no sean contenciosos, sino amables, mostrando toda consideración para con todos los hombres”.

Con frecuencia, la congregación se confunde por lo que hace su pastor. ¿Por qué predica de esa manera? ¿Por qué es tan serio a veces? ¿Por qué el énfasis en el desarrollo de líderes? Los pastores simpatizan con otros pastores, pero ¿Cómo le enseñamos a nuestra gente por lo que pasa un pastor sin sonar egoístas? La predicación de las Pastorales es una oportunidad para aproximarse a la vida de un pastor. Y qué mejor manera de explicar el papel de un pastor que permitir que la congregación escuche una conversación de un pastor a otro. Las Pastorales, entonces, actúan como una ventana a través de la cual el resto de la iglesia puede ver el corazón de su líder.

Conclusión

Las Epístolas Pastorales no son sólo para pastores. Contienen instrucciones prácticas para todos los miembros de la congregación, incluyendo al propio pastor. Recuerde, los pastores también son personas. Antes de que los pastores sean pastores, son creyentes en el Señor Jesucristo. Antes de que ellos sean pastores, son miembros de la iglesia. Así, mientras que los pastores pueden ir a las Epístolas Pastorales para obtener instrucciones especiales sobre cómo desempeñar sus funciones ministeriales, deben venir en primer lugar ante estas cartas para sus propias almas y para su vida cotidiana. Entonces, cuando se han visto afectados por estas verdades, estarán listos para predicar a los demás.

Predique las epístolas pastorales a su congregación.

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Austin Duncan, graduado de The Master's Seminary con una maestría en divinidades (M.Div.), es el pastor de jóvenes de la iglesia Grace Community Church, iglesia pastoreada por John MacArthur. Él y su familia viven en Los Ángeles, California.