Tanto los bautistas como mormones y testigos de Jehová, dicen creer en Jesús. Sin embargo, sólo uno de estos grupos se puede clasificar como una denominación y no una religión falsa. Con esto en mente, la pregunta que nos hacemos hoy es: ¿Cuáles son las características de sectas y formas apóstatas del cristianismo que las identifican como religiones falsas, de tal forma que podamos etiquetarlas como herejías en lugar de simplemente clasificándolas como otras denominaciones?

El Nuevo Testamento articula tres criterios doctrinales fundamentales con los que podemos identificar falsos maestros y falsas religiones:

1. Una perspectiva errónea de la Salvación

Las religiones falsas (tanto aquellas que se dicen ser cristianas o no) intentan añadir buenas obras al evangelio de la gracia (Romanos 11:6). En lugar de confiar en Cristo para salvación, tratan de ganar el favor de Dios a través de las obras de justicia propia y esfuerzo humano (Hechos 15:1-11; Gálatas 1:6-9; Efesios 2:8-9; Filipenses 3:8-9; Tito 3:5-7).

2. Un perspectiva errónea de la Escritura

Los falsos maestros distorsionan, niegan y desobedecen deliberadamente la Escritura (2 Pedro 2:1, 3:16), añaden y/o restan a la verdad revelada de Dios (Juan 17:17; Apocalipsis 22:18-19) y buscan alguna otra autoridad falsa para fundamentar sus creencias (Marcos 7:6-12; 2 Corintios 10:5).

3. Una perspectiva errónea del Salvador

Las religiones falsas tuercen la verdad sobre Jesucristo y niegan aspectos de su persona (ya sea su deidad, humanidad, eternidad, singularidad, etc.) o su obra (por ejemplo, su muerte, resurrección, ascensión, etc.). Aquellos que no adoran al verdadero Cristo no son cristianos de verdad (Juan 4:24; cp. Juan 1:1, 14; 1 Juan 1:1; 2:22-23; 4:1-3; 2 Juan 7-11).

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Nathan Busenitz (Ph.D.) es profesor de teología histórica en The Master’s Seminary. Después de haber servido como asistente personal de John MacArthur, Nathan llegó a formar parte del profesorado de TMS en el 2009. Él y su familia viven en Los Ángeles, California.