El libro de Apocalipsis es un libro de suma importancia ya que es el último libro inspirado de la Biblia. En él se encuentra la descripción de los acontecimientos que van a tomar lugar al final de los tiempos y es el clímax de las revelaciones que comenzaron con la venida de nuestro Señor Jesucristo y que están descritas en el comienzo del Nuevo Testamento con los Evangelios. En Apocalipsis encontramos la conclusión de las revelaciones, profecías que todavía están por ser cumplidas. Simplemente esto
debe generarnos una gran expectativa para estudiar el libro de Apocalipsis y conocer un poco más acerca de Su venida y los eventos finales. Es Palabra del Señor y como tal debemos conocerla, entenderla y obedecerla.
Es muy práctico
En el libro de Apocalipsis encontramos aplicaciones prácticas para las personas o las iglesias hoy en día. Por ejemplo, en los capítulos dos y tres, cuando se describe las siete iglesias de Asia Menor y los problemas que eran evidentes en ellas y las comparamos con las iglesias de hoy, vemos que esos mensajes pueden ser aplicados apropiadamente a las iglesias de hoy. Jesús envía a cada una de esas iglesias una exhortación y corrección de manera particular. Esas exhortaciones y correcciones resumen las
enseñanzas que Pablo, los otros apóstoles y sus ayudantes, han escrito en las epístolas. En casi cada uno de los mensajes a las iglesias se exhorta a los creyentes a vivir vidas santas, además de advertir a los incrédulos que vendrá la ira si continúan en sus caminos de maldad. Contrario a lo que se piensa, este hermoso libro tiene implicaciones prácticas para el creyente y debemos estudiarlo
fielmente, tal como lo haríamos con el resto de libros de la Escritura.
Sirve de advertencia
Dios es santo y justo y por lo tanto no acepta la maldad. El pecado debe ser castigado. Esto es relevante en el tema que nos atañe porque en el libro de Apocalipsis encontramos cómo la ira de Dios es desplegada para castigar finalmente el pecado de los hombres. En la carta hay advertencias para aquellos que no están listos para afrontar lo que viene en el futuro. Debemos entender estas alertas y advertencias y saber a quiénes son dirigidas. Esto esta descrito con mucho detalle en los capítulos 6 al 19. Toda la ira de Dios va a desplegarse y cada persona que ha existido sobre la faz de la tierra va a verse a cuentas con el Juez de jueces. Un día, toda rodilla se doblará ante Él y confesarán que Él es Señor. Después de estar ante el Juez justo, muchos van a ser condenados al horno de fuego y pasarán la eternidad alejados de Dios mismo. Nunca podrán pagar por su pecado. Debemos ser advertidos y advertir a otros lo que está por venir.
Sirve de estímulo
Los creyentes van a estar igualmente en un juzgado en donde las obras van a ser expuestas y por lo tanto son exhortados a vivir vidas santas y rectas, de acuerdo a la posición que ahora tienen en Cristo. Cuando se ve el detalle de los acontecimientos que van a tener que sufrir los malos, los creyentes deben ser animados a vivir de una manera que sea agradable al Señor, así como tener compasión por los perdidos y predicar el evangelio a toda criatura. Por eso, los predicadores al momento de enseñar este libro deben animar a los creyentes a vivir para Él. Además, en los capítulos finales del libro los creyentes van a ser remunerados con la vida eterna y con una tierra nueva y cielos nuevos. Esto no es poca cosa. Es por ello que estas advertencias deben ser tomadas en serio ya que todo el que sea desobediente va a ser castigado. Por otro lado, es reconfortante saber que el Señor ha prometido salvar a los creyentes verdaderos de esta ira venidera.
Hay una promesa
Por último, y no por ellos menos importante, en los primeros versículos de la carta hay una promesa para todos los que leen y estudian las palabras de esta profecía:
Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de la profecía y guardan las cosas que están escritas en ella, porque el tiempo está cerca. (Ap 1:3)
Es interesante que esta promesa está al principio del libro. Esto es porque es verdaderamente importante y relevante. La promesa que el Espíritu de Dios reveló en este libro puede ser de mucho ánimo porque es uno de los únicos lugares en donde encontramos este tipo de promesa. El punto es que el estudio de este libro, que no es fácil por la cantidad de ilustraciones e imágenes, es recompensado con bendiciones en esta vida. No te pierdas de las bendiciones que tendrás al leer, meditar y atesorar este precioso libro inspirado por Dios. Te animo a leer Apocalipsis y que al hacerlo, puedas anhelar cada vez más fervientemente la venida del Mesías.