El artículo del día de hoy es una adaptación de uno de los puntos de nuestra Declaración doctrinal. Aquí puede leer el resto de nuestra declaración doctrinal, la cual cubre cada uno de nuestras creencias doctrinales de manera sistemática.
¿Qué es la Biblia?
La Biblia es la revelación escrita de Dios al hombre, y de esta manera los sesenta y seis libros de la Biblia que nos han sido dados por el Espíritu Santo constituyen la Palabra de Dios plenaria (inspirada en todas sus partes por igual) (1a Corintios 2:7-14; 2a Pedro 1:20, 21).
La Palabra de Dios es una revelación objetiva, proposicional (1a Tesalonicenses 2:13; 1a Corintios 2:13), verbalmente inspirada en cada palabra (2a Timoteo 3:16), absolutamente inerrante en los documentos originales, infalible, y exhalada por Dios.
La interpretación literal-gramatical-histórica de la Escritura la cual afirma la creencia de que los capítulos de apertura de Génesis presentan la creación en seis días literales (Génesis 1:31; Éxodo 31:17). La Biblia constituye el único estándar infalible de fe y práctica (Mateo 5:18; 24:35; Juan 10:35; 16:12, 13; 17:17; 1a Corintios 2:13; 2a Timoteo 3:15-17; Hebreos 4:12; 2a Pedro 1:20, 21).
¿Cómo se escribió?
Dios habló en su Palabra escrita mediante un proceso dual de autores. El Espíritu Santo guió de tal manera a los autores humanos que, a través de sus personalidades individuales y diferentes estilos de escritura, compusieron y escribieron la Palabra de Dios para el hombre (2a Pedro 1:20, 21) sin error en el todo o en la parte (Mateo 5:18; 2a Timoteo 3:16).
¿Cómo interpretarla?
Mientras que puede haber varias aplicaciones de algún pasaje en particular de la Escritura, no hay más que una interpretación verdadera. El significado de la Escritura debe ser encontrado al aplicar de manera diligente el método de interpretación literal-gramatical-histórico bajo la iluminación del Espíritu Santo (Juan 7:17; 16:12-15; 1a Corintios 2:7-15; 1a Juan 2:20). La responsabilidad de los creyentes consiste en estudiar para llegar a la verdadera intención y significado de la Escritura, reconociendo que la aplicación apropiada es obligatoria para todas las generaciones. Sin embargo la verdad de la Escritura está en una posición en la que juzga a los hombres, quienes nunca están en una posición de juzgarla.