La autoría de la epístola a los Hebreos se ha discutido y debatido por años. Hay diferencia de opiniones y a menudo es objeto de discusiones acaloradas, especialmente en el mundo académico. En este artículo explicaré de manera breve por qué pienso que la autoría de esta preciosa carta debe dejarse en el anonimato.

Nadie la firmó.

Pablo comienza sus trece cartas con la misma palabra cada vez. No hay excepción. ¿Piensas que Hebreos es la única excepción? Esto es posible, pero me parece aún más notable que ninguna evidencia sólida de la autoría paulina proviene de la iglesia primitiva, lo cual es bastante extraño a la luz del hecho de que Pablo declara explícitamente que escribió todas sus cartas de la misma manera, con la intención de eliminar a los impostores (2 Tes 3:17). Si Pablo escribió Hebreos, parece probable que la evidencia hubiera sido tan abrumadora como sus otras cartas.

Hebreos 2:3–4 es inconsistente con la argumentación apostólica de Pablo.

El autor de Hebreos se distancia de aquellos que recibieron el evangelio directamente de Jesús y no se incluye en el grupo de hombres que Dios autenticó mediante milagros. Esta es ciertamente una afirmación extraña si proviene de Pablo. Pablo declara que sus credenciales apostólicas incluían recibir su evangelio de Cristo mismo, no de ningún hombre, (Gál 1:12) y realizar señales, prodigios y milagros. (2 Cor 12:12)

Por otro lado, otros argumentan que los apóstoles sí confirmaron el evangelio de Pablo y sí experimentó sus milagros, así que esto es consistente con su experiencia. Si bien eso puede ser cierto, mi punto es que no es consistente con su argumentación. Veamos un ejemplo. ¿Por qué el apóstol Juan habla del hecho de que el evangelio le fue confirmado por Pedro que hizo milagros? Si bien esto es cierto, sería ilógico argumentar en ese sentido, ya que disminuiría la propia autoridad apostólica de Juan con respecto a las cosas que él mismo tocó con sus manos. (cf. 1 Jn 1:1)

La gramática de Hebreos es diferente a los otros escritos de Pablo.

Esto es imposible de probar en español, y si no lees griego, me temo que tendrás que aprender. La buena noticia es que solo tendrás que tomar un año de griego para abrir una carta paulina y comenzar a leer (con ayudas de vocabulario). La mala noticia es que cuando abres la carta a los Hebreos te perderás irremediablemente, porque el griego de los Hebreos es, bueno, bastante más complicado que las cartas de Pablo. El griego de Hebreos es más parecido al griego clásico, como Lucas, y menos parecido al griego de los escritores judíos en el Nuevo Testamento. Además, como nota al margen, la epístola a los Hebreos suele citar el Antiguo Testamento mucho más cercano a la Septuaginta griega de lo que Pablo lo hace, quien generalmente traduce directamente del hebreo.[1]

La teología es consistente, pero tiene su propio énfasis.

Permíteme ser claro: Cada libro de la Biblia tiene a Dios como Su autor y es absolutamente consistente con la realidad, consigo mismo y con el resto de la Escritura. Sin embargo, la naturaleza divina de la Escritura no erradica su elemento humano. Los autores humanos escribieron con su propio vocabulario y énfasis.

Por ejemplo, en los escritos de Pablo, él a menudo habla de la salvación como un evento pasado: Él nos salvó (Tit 3:5). Sin embargo, el autor de Hebreos generalmente habla de la salvación como un evento futuro, afirmado que seremos salvos si perseveramos hasta el final (cf. Heb 1:14; 9:28; 2:3–5, donde el autor equipara el mundo venidero con la salvación). Ahora, por supuesto, ambos autores entendieron ambas realidades, y ambos autores nos instan a tener la seguridad de una salvación pasada y de perseverar hasta el final, pero los autores las enfatizan de manera diferente.

De hecho, creo que las personas a menudo malinterpretan el libro de Hebreos cuando esperan que sea paulino. Por ejemplo, ¿qué pasaría si pensáramos que Pablo escribió el libro de Santiago? Santiago 2:24 sería bastante confuso, porque Pablo usa constantemente la palabra “justificar” para querer decir “declarar justo” (Ro 3:28). La clave para entender Santiago 2:24 es entender que Jesús (Lc 7:35) y Su medio hermano Jacobo usan la palabra “justificar” más como la palabra en español para querer decir “vindicar.” Por lo tanto, Santiago 2:23 declara que Abraham fue contado como justo en Génesis 15:6 cuando creyó, pero no fue sino hasta 7 capítulos después que fue vindicado como creyente, cuando sacrificó a su hijo Isaac en el altar.

En otras palabras, creer que Pablo escribió Hebreos a menudo puede conducir a un estudio comparativo con otras frases paulinas que creo que pueden malinterpretar fácilmente el empuje y la severidad de las exhortaciones de la epístola a los Hebreos.


Respondiendo a argumentos comunes a favor de la autoría paulina


Primero, algunos argumentan que el idioma de Hebreos es diferente al de Pablo porque Pablo generalmente escribía a los griegos y esta vez estaba escribiendo a los hebreos. Esto ciertamente podría explicar por qué se utiliza la Septuaginta. Sin embargo, ¡cuán increíblemente extraño sería para Pablo escribir normalmente a los gentiles con un griego muy judío, pero luego, en su epístola a los Hebreos donde está hablando con los judíos sobre cosas judías, él elige escribir en un griego más clásico!

Segundo, algunos argumentan que Hebreos es diferente porque Pablo usó un secretario que influyó considerablemente en la gramática. Si bien esto no explica por qué Pablo no incluyó su nombre en la carta, se puede encontrar un paralelo en 1 y 2 Pedro,
donde Silas ciertamente jugó un papel en refinar el griego de 1 Pedro (1 Pe 5:12).

Tercero, algunos argumentan que Hebreos fue un sermón que Pablo habló y que luego se escribió una pequeña exhortación al final (cf. Heb 13:22). Esto es posible y explicaría las muchas conexiones paulinas a lo largo del libro (Heb 13:23), así como las variaciones de estilo en la escritura. Sin embargo, es imposible de probar.

Entonces, ¿quién escribió el libro de Hebreos? Dios lo hizo. De hecho, creo que el autor de Hebreos no firmó la carta deliberadamente enfatizar únicamente el mensaje que quería comunicar. Me encanta que incluso dentro del libro de Hebreos, el autor a menudo elimina intencionalmente referencias a otros autores humanos. Él cita el Antiguo Testamento con frases como: “uno ha testificado en cierto lugar” (2:6) o “como Él ha dicho” (4:3) o “como dice el Espíritu Santo” (3:7).

Esto es a propósito. Él no quería que sus lectores vieran un pasaje como davídico, sino como divino. No es solo algo que un humano frágil escribió hace años; es algo que el Dios Todopoderoso está diciendo en este momento. (Heb 12:25) Y si esto era cierto para los Salmos, bueno, también es cierto para nosotros cuando leemos el libro de Hebreos.


[1] Paul Ellingworth tiene más información en su introducción a Hebreos en el NIGTC si deseas listas actuales de términos diferentes y diferencias gramaticales.