Epafrodito es alguien que destaca no por ser apóstol tal como Pablo, que cursó cielo mar y tierra para propagar el evangelio. O que sea reconocido como Timoteo que fue el sucesor de Pablo en la labor de pastorado y plantación de iglesias. No, Epafrodito es el héroe del pueblo. Tanto así, que al momento de presentar ejemplos de cómo se ve una vida que se interesa por los demás en Filipenses 2, vidas ejemplar delante de los ojos de Dios y delante de los hombres, se mencionan a Jesús, Pablo, Timoteo y Epafrodito.

El nombre Epafrodito era común en aquella época. Su nombre parece ser que provenía de una diosa griega “Afrodita” (Venus para los romanos), diosa del amor. Su nombre quiere decir “ameno” “amable” o “amoroso.” Su nombre parece indicar que procedía de una familia griega, por lo menos de influencia griega. Siendo nombre común en el norte de Grecia, puede ser que sus padres, siendo griegos le hubiesen dado dicho nombre pensando, o deseando, que Epafrodito se hubiese dedicado al servicio del templo de Afrodita (ya que en griego “ep” quiere decir “para”: “Ep”=para + “afrodito”=Afrodita = para la diosa Afrodita).

1. Su crónica

La historia de Epafrodito en la iglesia comienza en el segundo viaje misionero de Pablo, cuando Timoteo, Silas y él llegaron a Filipos donde plantaron la primera iglesia local de la ciudad (Hechos 16:1-30). Aunque no pasaron mucho tiempo en la ciudad puesto que fueron encarcelados al ser acusados engañosamente (misma prisión donde ocurrió el terremoto y el carcelero y su familia se convirtieron), un grupo de personas creyeron en Jesús como Señor y Salvador, entre ellos Lidia y su familia, y seguramente Epafrodito también.

Según la tradición, después de que Pablo y su equipo de ministerio salieron de Filipos, Epafrodito rápidamente se convirtió en un líder de la iglesia en Filipos; la iglesia Ortodoxa inclusive le señala como el primer pastor de la iglesia en Filipos. Cabe mencionar que Epafrodito no es el mismo que Epafras, otro hombre que aparece en el NT (miembro de la iglesia en Colosa).

Epafrodito entra en escena en el libro de Filipenses 2:25-30 y 4:18, cuando la iglesia de Filipos se enteró de que Pablo estaba encarcelado en Roma por primera vez. Como lo habrían hecho antes (Filipenses 4:16-17), los hermanos filipenses se unieron a levantar apoyo financiero para asistirle. El regalo se lo entregaron a Epafrotido para que él hiciera el viaje de 1,228 kilómetros entre Filipos y Roma.

En Filipenses 2:27, Pablo escribe, “pues en verdad estuvo [Epafrodito] enfermo, a punto de morir.” Es lo más probable, aunque no por completo, que durante su viaje a Roma, por alguna razón, cayó gravemente enfermo. Si pudiera especular, al caer enfermo habría encontrado un lugar donde reposar o pasar la noche, ya que dada la red de carreteras que existían al momento entre la peninsula griega e Italia, le habría sido sencillo entornar un lugar donde pernoctar. Allí seguramente encontró viajeros camino a Filipos a los cuales les pidió que reportasen a los hermanos que se encontraba seriamente enfermo. Razón por la cual Epafrotido, después de haber llegado a Roma, “tenía gran deseo de veros a todos vosotros [la iglesia en Filipos], y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado” (Filipenses 2:26).

2. Su carácter

En Filipenses 2:25 se mencionan cinco características de su persona, las cuales nos muestran un poco de cómo era y qué tipo de hombre fue, así dándonos las razones de por qué es digno de ser ejemplo a los creyentes. Estas características están divididas en dos partes, las primeras tres hablan de características en relación a Pablo, indicadas por “mi”, y las otras dos en relación a la iglesia de Filipos.

Hermano en Cristo

Pablo comienza describiendo a Epafrodito como “mi hermano” (Filipenses 2:25). “Hermano” es la palabra que comúnmente se utiliza para hermanos en la sangre, procedentes de la misma madre o mismo padre. En este caso, Pablo honra a Epafrodito al llamarle “hermano” esto es que ambos tienen el mismo Padre, Dios, y ambos son hermanos en la fe.

Al utilizarlo de esta manera, en esta lista, Pablo esta queriendo decir más que simplemente “somos hermanos en Cristo” (lo cual es absolutamente verdad), sino que quiere enfatizar un aspecto de la palabra adelphos que quiere decir comadrería en un mismo sentir, un hermano compartiendo un mismo afecto y misma disposición.Cuando en la iglesia nos decimos “hermanos” lo debemos hacer para recordarnos que somos hermanos en Cristo, sí, pero también debe ser un recordatorio que somos hermanos que debemos tener un mismo sentir y una misma pasión por un mismo objetivo. ¿Cuál debe ser ese objetivo? Según Filipenses 2:2, la palabra “sentir” en el original contiene la palabra “mente”, esto es pensar igual, estar todos creciendo en una misma manera de pensar para la gloria de Dios; mayormente definido en 1 Pedro 3:8-9.

Colaborador en el ministerio

La segunda característica que lo describe es “mi colaborador” (Filipenses 2:25). “Colaborador” es la palabra “co-trabajador” alguien que se dedica a lo mismo, ambos trabajando hombro con hombro. Pablo utiliza este término en el NT para referirse a aquellas personas que trabajaban con él en la proclamación del evangelio. Lo utiliza para referirse a aquellos que sirven en la iglesia en general, no simplemente aquellos que están en la nómina (Filipenses 4:3).

Compañero de milicia

En tercer lugar, se refiere a él como “mi compañero de milicia” (Filipenses 2:25). “Compañero de milicia” era utilizado para describir lo que se dirían los soldados unos a otros. Históricamente esta frase se utilizaría para dar honor a alguien al investir en él o ella el título de compañero de milicia, pues un compañero de milicia es alguien en el que tienes completa confianza, alguien en el que puedes depender con tu propia vida. Un escritor griego, Polieno, el cual dedicó su vida a escribir acerca de las estrategias militares de los griegos y romanos, narró una ocasión cuando un emperador utilizo estas palabras para honrar a un soldado raso, y, en cierta manera, hacerle del mismo valor que sus superiores.

Él y Pablo habían hecho batalla, no sólo en la labor de la iglesia al resolver conflictos internos en la iglesia o defender el evangelio en medio de tanta oposición de afuera, sino que también batallaban espiritualmente juntos. Me imagino una relación en donde los dos oraban el uno por el otro y hacían batalla espiritual juntos, pues sabían de la necesidad de otros hermanos firmes en la fe que laborasen con ellos. Pablo sabe que puede depender de Epafrodito con su propia vida. Es más, Pablo no ve a Epafrodito como inferior a él, sino que lo ve a los ojos como un hermano, un camarada en la labor del evangelio y un compañero de milicia. El humilde Pablo no se ve a si mismo como superior, pero sabe que juntos laboran para el mismo Señor.

Mensajero y servidor de la iglesia

Mientras que las tres características pasadas: Hermano, colaborador y compañero de milicia hablan acerca de la relación entre Pablo y Epafrodito, Pablo ahora habla acerca de las responsabilidades especiales que Epafrodito tenía de parte de la iglesia en Filipos. En Filipenses 2:25 se le menciona como “mensajero”, que quiere decir alguien que lleva un mensaje a otra persona. Es la misma palabra que se utiliza para describir a los apóstoles (apostolon) pero aunque Epafrodito no era un apóstol (alguien que estuvo presente y vio a Jesús ascender al cielo), sí era mensajero del evangelio al testificar de Cristo y mensajero de parte de la iglesia cuando lo mandaron a Roma a visitar a Pablo (4:18).

Finalmente en Filipenses 2:25 también se le menciona como “servidor” (“ministrador” RV60), que es la palabra que quiere decir “siervo.” Es una palabra que denota un acto de adoración, da la idea de un servicio espiritual en donde una persona se entrega sacrificialmente. Es darse a sí mismo para suplir una necesidad. En este contexto, Epafrodito está funcionando como servidor a Pablo de parte de la iglesia en Filipos para suplir una necesidad de Pablo. ¿Qué tipo de necesidad está supliendo este servicio? Una necesidad monetaria, razón por la cual la iglesia lo envió a Roma a visitar a Pablo (4:18). Para Dios, el regalo que ellos enviaron fue un sacrificio espiritual agradable, y en esencia,la iglesia había mandado a Epafrodito a servir a Pablo al entregarle el dinero que tan generosamente habían reservado para apoyarle, y también para asistirle en cualquier necesidad que tenía presente.

3. Su corona

La razón por la que Epafrodito es un hombre digno de imitar es porque su corona estaba puesta en el cielo, en Cristo, el “autor y consumidor de nuestra fe.” No tenía poderes sobrenaturales sino un deseo de ver a Dios glorificado en la proclamación del evangelio.

Vivió para Cristo

Cuando Pablo escribe “a punto de morir” (Filipenses 2:24) literalmente quiere decir: “A la puerta de la muerte.” Para cuando Epafrodito estuviese de vuelta en Filipos, los hermanos de la iglesia le verían sano, bien, sin nada de qué preocuparse. Por eso es que Pablo les informa que estuvo apunto de morir, que esto no fue cualquier cosa. No esta exagerando, él estuvo al borde de la muerte. Dándonos ejemplo de su servicio incondicional a nuestro Dios, él estuvo al borde de la muerte por su propia voluntad con el fin de que Cristo fuese glorificado. Él no buscó su comodidad sino que lo dio todo con tal de que el evangelio continuase extendiéndose por todo el mundo. Tenía el mismo sentir que Pablo en ver su vida, su carne, en servicio de Cristo (Filipenses 1:21). Como lo dice el versículo 30, “arriesgando su vida para completar lo que faltaba en vuestro servicio hacia mí.” La palabra “arriesgando” quiere decir “exponiendo su propia vida”, lo que indica que requirió voluntad, esfuerzo, el mismo se puso al borde de la muerte.

Vivió para los demás

La razón por la que Pablo envía de regreso a Epafrodito es porque él añoraba ver a los miembros de la iglesia de nuevo (Filipenses 2:26). El “añoraba” verles, lo que significa tener gran deseo por algo, añorar, desear con gran afecto. Demuestra un profundo deseo y deseo con gran afecto. No sólo eso, sino que él estaba “angustiado” en verles, reflejando una angustia profunda, un dolor o severo sentir de angustia. ¿Por qué estaba angustiado? Porque no quería que la iglesia siguiese creyendo que todavía se encontraba enfermo. Éste es el tipo de persona que debemos imitar, que debemos tener en alta estima. Personas que esperan una corona en el cielo, no en la tierra y específicamente no en las comodidades de esta vida (Filipenses 2:28-29; 1 Corintios 16:15-18).

Conclusión

Epafrodito era un hombre digno de seguir: Un hermano, colaborador, compañero de milicia, mensajero y servidor. Hemos visto sus características y su crónica. Pero, ¿qué no nos dijiste que él es el héroe del pueblo? Hasta ahora se ve y se oye como una persona del mismo nivel que Pablo o Timoteo, imposibles de seguir. Sí, es alguien digno de seguir. Pero la razón por la que Epafrodito llegó a ser un ejemplo de interés por los demás es porque tenía sus ojos en una corona celestial, no en una terrenal. Su crónica y carácter nos demuestran que él vivía para que la gloria de Cristo fuese magnificada en la proclamación del evangelio y en el servicio a los hermanos de la iglesia.

****

Alberto Solano, graduado con una Maestría en Divinidad (M.Div.) en The Master’s Seminary, actualmente estudia una Maestría en Teología (Th.M.) con énfasis en el Nuevo Testamento. Aparte de servir en el ministerio hispano de Grace Community Church, iglesia pastoreada por John MacArthur, Alberto trabaja en el departamento de admisiones del seminario.