Todos ustedes son conscientes del brutal ataque de las fuerzas de Hamas contra Israel el pasado sábado, 7 de octubre de 2023. Hace unos 50 años, el 6 de octubre de 1973, varias naciones árabes atacaron durante el Yom Kippur, evento conocido como la Guerra del Yom Kippur. Israel finalmente ganó ese conflicto pero sufrió bajas significativas. El ataque del sábado ocurrió en Shabat, cuando muchos en Israel estaban reunidos en sinagogas y asambleas religiosas. También fue un Shabat especial, Simjat Torá, que marca la conclusión de las festividades judías de otoño.
Además del trauma normal que acompaña a la guerra, los invasores de Hamas mataron indiscriminadamente a muchos ciudadanos israelíes, hombres, mujeres y niños, de todas las edades, y tomaron a un gran número de personas como rehenes de vuelta en la Franja de Gaza. Hay evidencia de que Irán ayudó a planificar y financiar este ataque multifrontal.
El carácter malévolo de los atacantes es casi incomprensible. No hay justificación o argumento político que lo haga aceptable en ningún sentido. Esta triste realidad nos confronta con la depravación de la humanidad. Este oscuro conjunto de propósitos nos recuerda la necesidad desesperada de la humanidad del poder transformador del Evangelio.
Breve trasfondo
Israel se convirtió en una nación en mayo de 1948, enfrentándose de inmediato a una guerra con seis naciones árabes en su contra además de probabilidades militares desfavorables. Mantuvieron la tierra asignada por las Naciones Unidas y en los siguientes setenta y cinco años se enfrentaron a varios intentos de exterminio. En 2005, los líderes de Israel ofrecieron a los palestinos una rama de paz al entregarles el control de la Franja de Gaza. Poco después, el grupo radical Hamas tomó el control de esa región. Financiado y dirigido por Irán, Hamas siempre ha estado comprometido en erradicar la nación de Israel. Debido a su compromiso total con la destrucción de Israel, Israel ha buscado asegurar sus fronteras con la Franja de Gaza y limitar el acceso de Gaza al comercio libre para evitar el reabastecimiento con armamento moderno. La disposición de Israel para permitir que numerosos camiones lleven suministros no militares a Gaza a través de los cruces fronterizos, así como atención médica para muchos habitantes de Gaza, a menudo es pasada por alto. En múltiples ocasiones, grupos islámicos radicales en Gaza y desde el Líbano han disparado cohetes contra asentamientos israelíes cercanos, e Israel ha tenido que responder para proteger a sus ciudadanos. Lo que sucedió este fin de semana demuestra la falta de cualquier brújula moral para Hamas. La mayoría de los que fueron asesinados o tomados como rehenes no eran soldados, sino civiles de todas las edades, desde bebés hasta ancianos.
Mi objetivo aquí no es repasar los detalles abominables y trágicos de las acciones violentas de aquellos comprometidos con los propósitos de Hamas e Irán. Tampoco estoy tratando de perseguir fines políticos. Mi deseo es ayudar a los seguidores de Cristo a saber cómo pensar y actuar ante la oscura maldad y la trágica violencia que hemos escuchado y visto.
Cómo orar
Aquí tienes algunas sugerencias de oración. Varias de estas pautas se derivan de líderes mesiánicos en Israel y otras involucran mis pensamientos o una reformulación de sugerencias que me dieron. Estas son solo algunas de las cuestiones por las que podemos orar:
- Que Dios limite los esfuerzos malévolos y el impacto de los atacantes y quienes los auspiscian.
- Que Él proteja a todos los afectados por este ataque: las familias de los fallecidos, los heridos y quienes han sido tomados como rehenes.
- Que Dios haga posible la liberación de muchos de los tomados como rehenes.
- Que Dios proteja a los hombres y mujeres de las Fuerzas de Defensa de Israel, algunos de los cuales son hermanos y hermanas en Cristo, y cuide de sus seres queridos en su ausencia y los fortalezca para los días difíciles que se avecinan.
- Que Él brinde seguridad y bendiciones ministeriales a todos nuestros compañeros de ministerio en Israel: asambleas mesiánicas, organizaciones ministeriales (por ejemplo, Amigos de Israel, Judíos por Jesús, Ministerios del Pueblo Elegido, etc. [Friends of Israel, Jews for Jesus, Chosen People Ministries]).
- Que Dios otorgue sabiduría a los líderes de Israel, tanto políticos como militares, mientras planifican y lideran la respuesta a la masacre de Hamas de inocentes israelíes.
- Que esta región que ha conocido tanta violencia pronto pueda experimentar la paz.
- Que Dios utilice este momento trágico en la historia de Israel para despertar a muchos a la verdad del Evangelio y que muchos lleguen a la fe en el Mesías; que los soldados creyentes o los rehenes creyentes compartan el mensaje transformador del Evangelio con quienes los rodean.
- También, ora de manera general por judíos y palestinos que han sido afectados por estos eventos.
¿Cómo procesamos eventos como estos entendiendo que Dios es amoroso y soberano?
En una reunión del personal en The Master's Seminary y Grace Community Church, nuestro Vicepresidente Ejecutivo y Decano de Facultad, el Dr. Nathan Busenitz, compartió algunas observaciones de los Salmos 10–13 que impactaron mi corazón, especialmente considerando los eventos recientes. Aquí está mi versión ampliada de esos pensamientos.
En el Salmo 10:1, el salmista plantea a Dios una pregunta muy común: «¿Por qué?», «¿Por qué? oh SEÑOR, te mantienes alejado, y te escondes en tiempos de tribulación?»
Luego, el salmista continúa describiendo un momento en el que la maldad parece prevalecer (10:2–11). Después de pedir a Dios que intervenga (10:12–15), nos ofrece su respuesta a la pregunta del «por qué,» apuntando a quién es Dios: Él es digno de nuestra completa confianza y actuará correctamente para su gloria en el momento adecuado (10:16–18):
«El SEÑOR es rey eternamente y para siempre; las naciones han perecido de su tierra. Oh SEÑOR, tú has oído el deseo de los humildes; tú fortalecerás su corazón e inclinarás tu oído para vindicar al huérfano y al afligido; para que no vuelva a causar terror el hombre de la tierra» (énfasis añadido).
En el Salmo 11:1a, el salmista ofrece estas palabras reconfortantes: «En el SEÑOR me refugio» y luego plantea la pregunta de si los malvados están llevando a cabo su obra destructiva, «¿qué pueden hacer los justos?» (11:3b). Luego, el salmista describe quién es el Señor y lo que Él hace, concluyendo con un conjunto destacado de verdades: «Pues el SEÑOR es justo; Él ama la justicia; los rectos contemplarán su rostro». (11:7). En completo contraste con aquellos que practican la maldad, nuestro Señor se caracteriza por la justicia.
Finalmente, después de pedir a YHWH que lo libere de su aflicción (Sal. 12:1), en el siguiente salmo, plantea la dolorosa pregunta: «¿Hasta cuándo?» (13:1a). El mismo salmista que estaba lidiando con circunstancias de vida angustiosas nos ofrece una respuesta definitiva a su propia pregunta: «Mas yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se regocijará en tu salvación. Cantaré al SEÑOR, porque me ha colmado de bienes». (Sal. 13:5–6).
Mientras nuestros corazones están cargados al considerar esta maldad omnipresente, encontramos consuelo en que tenemos un Dios en quien refugiarnos. Celebramos que Él es el Rey del universo que permanece en su trono. No está ausente ni ajeno. Es digno de nuestra confianza. Es recto y hace lo que es correcto. Él es nuestra esperanza definitiva.
¿Qué relación tienen este conjunto de eventos con el futuro?
Escribo esto pensando en un público muy particular: personas que creen que el Antiguo Testamento promete que Dios restaurará a su pueblo elegido en la Tierra Prometida en el escenario del mienio. Si no crees esto, no estoy tratando de causarte frustración. Tengo en mente la confusión que podría existir para hermanos y hermanas en mi mundo teológico. Además, incluso algunos de ustedes en mi mundo teológico pueden no estar de acuerdo con cada detalle.
- Como creador del universo, incluyendo la Tierra, Dios es el dueño y controlador de todo lo que existe (Sal. 24:1–2). Puede asignar porciones de terreno en la Tierra como le plazca, para su gloria.
- YHWH (el nombre del Dios del pacto) eligió a Abraham y a sus descendientes, a través de Isaac y Jacob, para ser su pueblo del pacto. Los hizo su pueblo y garantizó que les daría tierra y los convertiría en una nación (Gn. 12, 15, 17, y otros pasajes).
- Dios ama a su pueblo del pacto (Dt. 4:37; 7:7–8; 10:15; 1 R. 10:9; Jer. 31:3; Ro. 11:28; Sal. 78:68; 87:2).
- Dios afirma repetidamente su compromiso relacional con Israel como la nación que lo sirve (Ex. 19:4–6; 20:1; Dt. 4:32–35; Is. 41:8–10; 46:3–5, 9–13). Él permanece fiel en su compromiso con su pueblo del pacto.
- Dios entregó su Palabra, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, a través de Israel; casi todos los autores bíblicos eran creyentes judíos.
- Dios envió al Mesías, Jesús, a través de su pueblo elegido (Mt. 1:1–25).
- Las profecías del Antiguo Testamento sobre la promesa de Dios de establecer su reino milenial sobre todo el mundo, lo que incluye su promesa de restaurar una nación creyente de Israel a la Tierra Prometida (Zac. 9:10; Isa. 11:6–9), se cumplirán literalmente de una manera que coincide estrechamente con las palabras de esas promesas.
- Los profetas bíblicos a menudo relacionan la realización de la restauración de una nación de Israel redimida a la tierra de la promesa con la segunda venida del Mesías y su establecimiento de su reino milenial en la Tierra.
- El próximo evento profético en el plan de Dios involucra el arrebatamiento, el regreso de Cristo para llevar a los creyentes al cielo y avanzar su plan para su creación hacia su reinado en la Tierra con justicia y paz.
- El establecimiento de Israel como nación en 1948 no representa la consumación de la promesa de Dios de restaurar a su pueblo del pacto a la Tierra de la promesa. No obstante, tener a Israel como nación en ese momento es parte de la preparación providencial de Dios para la Tribulación. El Anticristo establecerá un tratado de paz con Israel en la primera mitad de ese período de siete años (Dan. 9:27), que luego romperá a mitad de la Tribulación.
- Cuando oro por la paz de Jerusalén (Sal. 122:8), deseo que esa región del mundo tenga paz en lugar de violencia y conflicto. Sin embargo, creo que lo principal por lo que estoy orando es el regreso de Jesús, el Mesías, a la Tierra. Él es el único que puede finalmente traer una paz verdadera y duradera.
***Quiero dejar claro que no sé si los eventos recientes podrían llevar a otros eventos que formen parte del plan de Dios para preparar el mundo para el regreso de su Hijo. Como todos los días, debemos vivir preparados para su inminente regreso y estar listos para buscar la vida y el ministerio para su gloria, aunque nuestro Salvador no regrese en un futuro cercano. Mi punto principal es que no necesariamente existe una conexión entre estos recientes actos horrendos y malévolos por parte de Hamas y la siguiente fase en el plan de Dios para el mundo. Dios llevará a cabo su plan según su cronograma.